No estamos especialmente acostumbrados a recibir llamadas a nuestro teléfono 116.111 referidas a la práctica del botellón entre la gente joven. Alguna que otra ha habido al respecto, pero ha sido más en la línea de pedir consejo porque alguien se ha pasado bebiendo y querían saber qué hacer con él o ella.
El caso es que hoy las personas que atendemos el servicio Zeuk Esan nos hemos preguntado cómo sería una conversación telefónica sobre este tema en función de si la persona que llamase fuese adolescente o persona adulta, ama o aita… Imaginando e imaginando nos han salido algunas reflexiones o preguntas.
Así, si nos pusiéramos el «traje adulto» nos imaginamos cuestiones como éstas:
¿Nos preocupa realmente que nuestros hijos e hijas, que la chavaleria practique botellón?,¿ las madres y padres, podemos hacer algo?, ¿somos conscientes de las consecuencias que puede acarrear esta práctica?
¿Hacen las autoridades algo al respecto?, ¿es suficiente?, , ¿se debería prohibir terminantemente el botellón en la calle o se debería habilitar un espacio concreto en las ciudades (como algunas ya hacen) para que lo hagan?
¿ Si se prohíbe este tipo de consumo en la calle, se debería prohibir también el consumo de alcohol en terrazas o el clásico poteo de los mayores por la calle?
Pero, ¿qué nos diría la chavalería si tratase de dar respuesta a estas cuestiones?, ¿qué reflexiones les surgirían a ellos y ellas? A lo mejor dirían que tomar una cerveza o una copa en un bar sale carísimo y que con la paga que reciben pues no les da.
Asimismo, puede que se preguntasen sobre qué es lo que realmente molesta del botellón al mundo adulto: ¿que beban?, ¿que se emborrachen o que armen ruido, dejen todo sucio, griten, etc… ?
Y, en Zeuk Esan nos imaginamos a las chicas y chicos ofreciendo respuestas del tipo «también los adultos podían mirarse ellos a sí mismos, verse cuando salen de un txoko, verse cuando van de potes por la calle»… Algo que, dirían, es que lo han «mamado» desde «txikis», ya que el ocio familiar ha consistido, muchas veces, en ir a la calle de los bares… O nos dirían que pensemos en celebraciones como bodas y demás. Dirían a los adultos, en definitiva, que no se sorprendan tanto porque «echen litros», porque esto de consumir alcohol lo llevan viendo toda la vida…
En fin, ahora nos gustaría no imaginar tanto y leer vuestros comentarios al respecto ¿Qué opináis del fenómeno del botellón?