La Amistad

“Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla cuando a ti ya se te ha olvidado la letra”                     Julio Ramón Ribeyro

Abrimos el post con estas personas que son tan necesarias en nuestras vidas y muchas veces no nos damos cuenta.  Como dice el dicho, válgame la redundancia, los amigos son los familiares que elegimos, y por eso tenemos que valorarlos y cuidarlos, porque son una extensión de la familia.

Cuando hablamos de amistad, pensamos en algo incondicional; en personas que forman parte de nuestro día a día, confidentes y defensoras férreas de nuestros intereses, acompañantes de vida, generadoras de bueno momentos…. Pero también son aquellas personas que pasan fugazmente por tu vida y te aportan algo concreto en un momento a su vez concreto. Continuar leyendo «La Amistad»

Mi mejor amiga ya no es mi mejor amiga

amigas

Ay, la de cambios que se producen con la llegada de la adolescencia. Cambios de tipo físico, psicológico y cambios también a nivel de amistades. Sí es verdad que hay muchas personas que mantienen a sus amigas y amigos desde la más tierna infancia pero también lo es que son muchas las que, precisamente, al llegar a la pubertad, cambian esas amistades por otras. Este cambio, junto con los mencionados anteriormente, es muy normal visto desde la perspectiva que otorga el paso del tiempo pero cuando se está inmerso en esta etapa esta alteración en las relaciones puede resultar traumática o, cuando menos, causar desasosiego, enfado o dolor en el o la adolescente.

Hace poco nos llamó a nuestro Teléfono de Ayuda a la Infancia y la Adolescencia – ZEUK ESAN – 116.111 una chavala que, precisamente, estaba viviendo una situación así. La menor, de 12 años de edad, nos telefoneó preocupada por la actitud que, de un tiempo a esta parte, estaba observando en su mejor amiga o la que ella consideraba, hasta este momento, su mejor amiga desde que eran pequeñas.

Así, nos contó que desde que su mejor amiga se ha unido a una cuadrilla nueva, ésta le está dejando un poco de lado, le da largas, ya no hablan tanto entre ellas o que, por ejemplo, no le ha incluido en un grupo de whatsapp que dicha cuadrilla ha formado, etc…

La chavala, como es comprensible, está dolida y nos llamaba para preguntar qué puede hacer. Se le dice que lo suyo es que, llegados a este punto, hable con ella, que le plantee las cosas concretas que le molestan, etc. Asimismo, también le tratamos de hacer ver lo que comentábamos en el primer párrafo de este post: que en estas edades es muy típico que se den cambios en cuadrilla o que amistades de toda la vida se rompan, etc… Claro que esto último a esta chavala en este momento no le aliviaba en exceso su dolor. Por ello, la principal labor que nos tocó hacer en esta llamada fue recoger a esta chica y escuchar su desahogo.

Foto: Girls, de BZL en Flickr.

Amigos de verano, amigos de verdad

Aquí os compartimos  las palabras de un chico que nos llamó la semana pasada al 116111.  Me gustó la historia y los valores de amistad de las que nos habló. Más o menos fue así:

«¡¡¡Por fin me voy al pueblo!!! Aunque este año al principio no me hacía mucha ilusión, ahora estoy encantado, porque esta vez va a ser diferente: me llevo a mi amigo Víctor.

Es uno de mis mejores amigos y le he hablado mucho de toda la cuadrilla del pueblo. De cómo es cada cual, de las salidas en bici que hacemos, de los chapuzones y risas en el río gélido que pasa muy cerca, de la chica con la que siempre he soñado… Quiero que conozca esos rincones que yo conozco desde pequeño, donde teníamos aventuras, donde nos juntábamos a contar chistes, donde nos escondíamos, donde nos dimos el primer beso…

La cuadrilla del pueblo es muy especial. Sus padres y madres y los míos tienen una buena amistad desde que éramos pequeños. Por eso somos cuadrilla, porque nos sacaban a pasear de pequeños a todos y todas en grupo (como no se cansan de repetir «los viejos»).

Pero eso no es lo especial, sino que cada cual somos de una madre y un padre diferentes, vivimos en distintas partes de la península, alguien nació fuera de ella y por eso también somos de todos los colores, y nos llevamos de maravilla. Estoy seguro de que si viviéramos en la misma ciudad, las cosas no serían iguales, pero cuando llegamos allí, es como si cada cual pudiera ser él mismo, ella misma, como que no necesitas mantener la máscara de todos los días. Lo que tenemos es amistad de la de verdad y me gustaría que Víctor viera y compartiera eso conmigo.

Lo malo va a ser que va a tener que compartir también a mi padre, mi madre, mi hermana, mis tíos, mi abuelo y a mi abuela, los follones de la comida y el cuarto de  baño único pero amplio. ¡Compartir mis amigos con él bien se merece un poquito de incomodidad!»