Hace poco llamaron a Zeuk Esan un chico y una chica muy preocupados. En su cuadrilla, algunos, los más “lanzados y lanzadas”, han comenzado a beber.
Hasta aquí ellos no se quejaban, pero lo que no les parecía ni un poquito bien, es que les insistieran tanto a ambos para que hicieran lo mismo. ¿Porqué si ellos respetaban la decisión de sus compañeros y compañeras, ellos en cambio, intentaban obligarles a hacer lo que no querían?.
Un razonamiento muy maduro para sus 13 años y muy acertado, al cual añadieron, “¿Porqué nos vacilan y encima tenemos que aguantar sus pedos guarros y que nos fastidien la fiesta?.
Si tus amigos y amigas lo son, pueden darte consejos, decirte que si te pasa algo cuentes con ellos, pero NUNCA obligarte a beber o a fumar o a hacer otras cosas que tú no quieras. Que sepas que tienes derecho a decir que NO y además tienes derecho a que no te vacilen ni te tomen el pelo por tu decisión. ¡¡¡De igual manera podrías tú vacilarles y no lo haces!!!.
Lo que les ocurría a estos amigos, se llama “Presión de Grupo”. Una pequeña parte del grupo necesita reafirmarse consiguiendo que los demás hagan lo mismo que ellos y así no les parece tan malo y se sienten más seguros… y lo malo es que intentan “obligar” a los demás, verbalmente e incluso con algún “empujoncillo”, con lo cual, atemorizan a quienes llaman “amigos y amigas” y se va deteriorando la relación… En fin, que se sufre por todas partes.
A veces no sabemos cómo decir que no y no quedar mal. Sí, quizá estéis pensando; que lo suyo es decir a sus amigos claramente «oye, mirad, que yo paso de todo ésto y no me quiero meter nada » y sus amigos, si realmente lo son, tendrán que respetar esa decisión y admitir que otros de su cuadrilla no beban. Pero el miedo a quedar mal, a sentir el rechazo a veces hace que sucumbamos a dicha presión.
Lo bueno, es que hay maneras de hacer frente a esta presión o al menos aliviarla. He aquí unas frases de ejemplo, pero las mejores serán las que os salgan a cada cual:
Decir que no tan tranquilamente: “Pues no quiero, gracias.”
“No me apetece, no me gusta, simplemente no quiero y no necesitas insistir más”.
“Somos amigos y a los amigos no se les obliga a hacer lo que no quieren. Tú haz o que quieras, pero respeta mis decisiones.”
“Hoy no, quizá otro día”…”Uy, hoy tengo el estómago chungo y no quiero empezar con mal pié…”
“No quiero beber, porque quiero acordarme de lo bien que me lo he pasado”.
“Uy, no, gracias, que luego me pongo fatal y os corto a todos el morón y así nadie se divierte. No quiero ser yo quien fastidie la fiesta…”
Ya me contaréis qué tal os va, o incluso cuáles son las frases que os han funcionado, porque el chico y la chica que os comentaba al principio, llamaron y nos dijeron que les había funcionado, simplemente el ser capaces de decir “NO”.