Hoy una chica de 16 años nos ha llamado algo fastidiada, porque se siente bombardeada por los medios de comunicación acerca del comienzo de curso… He aquí sus palabras.
«Llevo varios días con una extraña sensación y al final he conseguido darme cuenta de lo que era: la depre porque se acaban los calores, los tirantes y las sandalias.
Pero ahora estoy indignada. En radio, prensa y televisión, en la panadería y entre las personas mayores, sólo se oye hablar estos días del gran notición: «atención, atención que llega el estrés posvacacional».
Parece que ha acabado la crisis del mundo y lo único que importa es que hay gente que se estresa cuando tiene que volver al curro.
A mí me parece normal que se estresen, pero creo que lo hacen contagiándose unas personas a las otras, de tanto darle vueltas al tema. Pues claro que sí. Se acaban las vacaciones y hay que volver a la vida normal y muchas personas no quieren. Yo pienso que no saben (o no pueden) disfrutar de su curro y de lo que hacen y por eso lo llevan tan mal. Dice mi ama que ella suerte tiene por currar y que no piensa quejarse (demasiado).
Me doy cuenta que quienes estamos en la adolescencia nos pasa algo parecido y hablamos del comienzo del curso todo el rato y en términos de horror, sufrimiento, desolación y catástrofe. Y ya me cansa y me niego a pensar que el estado normal del ser humano sea el sufrimiento o anclarse en la queja. Me recuerdan a esos niños y niñas que se pasan el día diciendo a todo “¡Qué asco!”, “¡qué rollo!”.
Han sido tres maravillosos meses en los que ha dado tiempo a muchas situaciones nuevas: primeros amores, primeros desamores, aprender nociones básicas de cocina de supervivencia, conocer gente nueva, horas al aire libre, horas de tele y ordenata…. Como si hubiera estado en el paraíso y ahora volver a meterme en el aula…, con los profes… da mucha pereza, la verdad.
Pero por otro lado, tengo ganas de ver a mis colegas, que a la mayoría no los veo desde junio…Y estar el grupo de nuevo y contarnos todo lo que hemos hecho…
Además, este año empiezo bachiller y aunque no me encante estudiar, hay asignaturas nuevas que tengo ganas de conocer desde hace años.
Y que esto no se acaba, que aún quedan unas cuantas fiestas a las que ir y al final también llegará el momento en que me apetezca ponerme la ropa de invierno y disfrutar en el frío…
Me indignaba al principio porque todo ese malestar que me rodea me influye y me ataca y no quiero que me devore, porque yo quiero avanzar hasta la siguiente casilla….¡¡¡aunque no sé si va a haber suficientes despertadores en casa para los primeros días!!!