De vez en cuando, os contamos alguna llamada de las que entran. Cambiamos los datos para que nadie reconozca a nadie, pero por el tema que trata, por su importancia, creemos conveniente compartirla con vosotros y vosotras.
Ayer me llamó una cuadrilla para contarnos lo que habían hecho estos Carnavales. Se habían disfrazado, habían participado en algún concurso, en el cual no ganaron nada y lo pasaron de maravilla, discutieron entre ellos, se enfadaron, se volvieron a desenfadar y amigarse de nuevo…vamos, lo normal en cualquier cuadrilla.
Me gustó mucho cómo me lo contaron, cómo entre todos se habían apoyado para superar el conflicto y volver a sentirse con comodidad en su amistad… Es muy importante saber disculparse. Me explicaron que pedir perdón no es humillarse, hay que ser valiente para hacerlo y además le dices a la otra persona que quieres arreglarlo, mejorarlo, intentarlo de nuevo y que te arrepientes de lo que sea que le haya sentado mal. Me parecieron personas muy maduras para sus 15 años.
Luego, con la confianza, me fueron contando el anecdotario de las fiestas, que ha sido muy amplio. Lo que más les ha impactado, es que alguien de menor edad había acabado en el hospital por fumarse un porro. No saben si fue uno, si fueron más, si mezcló o no. Yo les dije, que a esa edad, con dos caladas ya se podían poner fatal. El susto debió de ser enorme y luego se planteaban lo de a quién avisas cuando ocurre una cosa así.
Primero, les dije, avisáis a emergencias, 112 y luego desde emergencias llamarán a los padres. Ahora bien, si no es tan grave como para llamar a emergencias, hay que buscar siempre a un adulto que os pueda ayudar. Pensad que los padres acabarán enterándose más pronto o más tarde, pero por miedo, o por indecisión que ninguna de vuestras amistades se quede tirada sin atención, porque puede ser muy peligroso.
Esta cuadrilla se quejaba de que les habían cortado el vacilón, que siempre hay alguien que acaba pasándose y fastidiando a todo el mundo. Y luego, cuando se corre la voz y se enteran los demás padres y madres, se montan los sermones caseros…
Fue una interesante conversación, lo pasamos bien, les dije que aquí estamos en el 116111 Zeuk Esan para lo que quisieran y les felicité porque da gusto ver que la gente valora la amistad y saben conservarla, ¡¡¡mejor que algunos adultos!!!